**Medir
fuerzas es inútil**
Los ánimos están caldeados por las
elecciones en Chiapas, por eso tanto Roberto Albores Gleason, como Eduardo
Ramírez Aguilar deben tener en cuenta una cosa muy clara, que proviene de la
sociedad chiapaneca y que hay un “despertar” de la conciencia colectiva en el
contexto electoral que los debe obligar a adoptar nuevas medidas políticas y
que no son las únicas dos opciones importantes que estarán en la boleta el
próximo domingo primero de Julio.
Hay un desgaste en la sociedad
chiapaneca ante la política, la cual es más que notorio, que aparece bien
medido en las encuestas de percepción, que no pueden esquivarla y cuando se
traduce al término “hartazgo”, se refiere directamente a un sentir ciudadano de
molestia y fastidio por quienes pelean por el poder para sí mismos, no para la
sociedad.
Ambos personajes de la clase política
actual, evidentemente los mejor posicionados ante el electorado (7 de cada 10
chiapanecos los conoce) están en un esfuerzo inútil por medir fuerzas en el
plano de la movilización.
Hay una decisión tomada en la cúpula
política que definió ciertos escenarios para Chiapas que pasa por el interés
nacional de manipular los más de 3 millones 500 mil enlistados para votar y en
portar “algo” del millón 300 que lograron los ganadores en una alianza que por
momentos pareciera que se cae, pero que está firmemente decidida a dar la
batalla con “dignidad”.
Están claras las cosas para los que
tomaron la decisión, postergaron la decisión final y sobre esa evidente ruptura
(ninguno aceptará no ser) el elector es el único que sale perdiendo porque lo
ponen en entredicho momentáneamente, aunque al final tome una decisión
orientada a nuevos intereses.
En política, no hay nada al azar, todo
responde a un por qué, tiene una razón final, exclusiva de ser, pero cuando
someten al ciudadano a una presión innecesaria, cuando polarizan el momento más
vívido de la democracia, suelen ocurrir tragedias de por medio.
Albores y Era, como se les conoce en el
análisis político del pueblo, deben considerar inútil la medición de fuerzas,
la manipulación de las masas, ocupar las calles y las plazas sólo para mostrar
mayorías de dudosa procedencia: deben anteponer toneladas de mesura y ejecutar
en ellos, la máxima política de la transición a la democracia que sirvió mucho
a España: la autocontención de los personajes políticos.
Y tomar decisiones futuras e inmediatas
sobre una verdad a la que no podrán evadir: no permitir que se desborden los
ánimos, que se pierda la altura de miras, que en pos de un movimiento político,
de una candidatura, a Chiapas retornen aquellos escenarios de confrontación y
miedo que ya se padeció.
Pero lamentablemente, están asomando
recientemente, aprovechando las grietas que los tiempos electorales siempre
generan, pero anticipados porque los dos personajes públicos de mayor peso,
están arriba de un ring tomándose muy en serio los 12 raund que marca la regla.
Finalmente, las fuerzas que los
respaldan en todo Chiapas quieren ver a su “gallo” en la máxima cumbre
política, porque así de caldeados están los ánimos, pero es ahí donde se
muestra la valía de los líderes, de transitar de un escenario a otro en
completo orden, con civilidad, dando el ejemplo, porque la nuestra es una
democracia de representación, que no deben teñirla de sangre.
BASE
DE DATOS
Cinco días estuvo en Chiapas, Andrés
Manuel López Obrador: lo volveremos a ver en plena campaña, en grandes mítines
en las principales ciudades. Sin duda, (hasta ahorita) el camino andado ya
quedó claro para Rutilio Escandón Cadenas que será el candidato de la Alianza
Juntos Haremos Historia de Morena, PT y PES al Gobierno del Estado.***
Toda Chiapas es un polvorín listo para
estallar a la menor provocación: Chilón, Oxchuc, Chalchihuitán, Chenalhó, San
Juan Chamula y los que se acumulen esta semana; pues la combinación es
explosivo: ignorancia, pobreza y maniqueísmo político, del grado de “estás
conmigo, o contra mí”.***
@irmajaque
Irmaramirez.mx
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