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Nemesio Ponce Sánchez |
4 Septiembre, 2017
El fin de semana llegó a Chiapas, Nemesio Ponce
Sánchez. Para el ciudadano común ese nombre es irrelevante, pero para la clase
política chiapaneca es un nombre nada alejado de la realidad chiapaneca.
La primera versión es que llegó para buscarle
comprador a una de sus tantas casas o mansiones de las que se hizo mientras
fungió como servidor público de Juan Sabines Guerrero. La más suntuosa ubicada
metros antes de llegar al Campus Chiapas del ITESM de Tuxtla.
A uno de los primeros exfuncionarios sabinistas que
supuestamente buscó, fue a Ernesto Gutiérrez Villanueva, quien aprovechando su
presencia en Chiapas le dijo que fuera a la comida que haría el sábado pasado en
su rancho de Ocozocuautla.
Ahí, en su rancho de Coita, Gutiérrez Villanueva
presentó su organización política civil “Chiapas Avanza”, la que el órgano
electoral chiapaneco le autorizó crear a principios del 2017.
Algunos señalan que es falso que vino a para vender
su casa, que todo estaba planeado. Que él ya sabía. Que forma parte de la
estructura política de esa organización fundada por otro sabinista y en la que
también participan muchos perredistas.
En esa reunión estuvo como invitado especial
Guadalupe Acosta Naranjo, uno de los muchos líderes del cadavez tétrico Partido
de la Revolución Democrática (PRD). Ahí, Acosta Naranjo habló del Frente Amplio
Opositor que vienen construyendo con otros operadores y otros partidos
políticos. Algunos también le dicen el Frente Anti-AMLO.
En la mesa principal también estuvo José Antonio
Aguilar Bodegas, el actual Secretario del Campo. Aguilar Bodegas, quien
asistió como representante del gobernador Manuel Velasco Coello. Velasco no
pudo o no quiso asistir a dicha reunión multitudinaria.
Casi al final del evento, Gutiérrez Villanueva y
Nemesio Ponce charlaban en una mesa apartada. Otros de los invitados refieren
que incluso Nemesio formó parte de los oradores.
La presencia en Chiapas, y en esa comida en
particular, del perverso exfuncionario sabinista llegó hasta los oídos del
propio gobernador casi al instante.
El propio representante del gobernador en el acto,
Aguilar Bodegas, uno de los muchos perseguidos por el siniestro personaje
sabinista se sorprendió de verlo ahí. Y se empezó a sentir incómodo en la
reunión.
Las horas transcurrieron y el pitazo de que podría
ser detenido por agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) llegó también
hasta los oídos de Nemesio Ponce quien de inmediato en las primeras horas del domingo
se enfiló vía la autopista hacia Villahermosa, Tabasco y no hacia el Aeropuerto
Internacional Ángel Albino Corzo por donde había llegado. Planeaba desde
Tabasco, tomar un vuelo que lo regresara a la Ciudad de México.
Sin embargo, fue alcanzado y detenido en
Villahermosa con ayuda de la policía estatal de aquella entidad. Aunque la FGE
de Chiapas nunca confirmó la captura y guardo siempre silencio de ello, en las
redes sociales, periodistas y emuladores de periodistas, se dieron a la tarea
de replicar la presunta captura.
La captura no fue por corrupción ni por cualquier
otro delito que pudo haber cometido en el ejercicio de su función pública. Fue
capturado y traído a Chiapas, derivado de una supuesta “orden de presentación”
por una demanda de pensión alimenticia. Por lo que tan pronto como solventó el requerimiento,
fue dejado pronto en libertad, al no ser esto un delito grave en Chiapas.
Y pudo haberlo demandado cualquiera de sus “amigas”
que tuvo en Chiapas, la de Tapachula, la de Villaflores o la de Tuxtla.
Pero la detención de Nemesio no fue una ruptura de
Velasco con Sabines. Para poder proceder, Velasco tuvo que haber tenido la
venia de su compadre Juan Sabines Guerrero desde Orlando, Florida.
Nemesio cometió muchos excesos y abusos del poder
en Chiapas. Incluso echó mano de los recursos del erario en cantidades
millonarias, pero eso sí, nunca firmó papel alguno que lo comprometiera en el
futuro. Siempre eran otros subordinados los que firmaban en su lugar.
De ser un médico gris, el médico personal de
Sabines Guerrero, su poder creció como la espuma en el sexenio de su amigo y
casi hermano.
Si bien ocupó legalmente el cargo de coordinador de
asesores y de Subsecretario de Gobierno, en realidad Nemesio Ponce fue el
verdadero poder tras el trono en el sexenio de Juan Sabines Guerrero, del 2006
al 2012, cuando Ponce Sánchez fungió como el poder tras el trono. Era el
vicegobernador. Nada se movía en el aparato de gobierno de Sabines sin que
Nemesio supiera.
Todos los miembros del gabinete, temían más a
Nemesio Ponce Sánchez que al propio Juan Sabines Guerrero. Nemesio era el del
círculo cercano a Sabines junto con Mauricio Perkins Cardoso. Otros más le
rendían pleitesía para estar en la gracia y obtener favores del vicegobernador.
Nemesio era el que se encargaba de ordenar a
prefabricar delitos, a detener, arraigar, amenazar, intimidar, exiliar y acosar
con el aparato de la procuraduría a todos los enemigos políticos del sexenio
sabinista.
Muchos políticos encarcelados o que tuvieron que
abandonar el estado, fue por órdenes expresas de Nemesio Ponce Sánchez.
Uno de los casos singulares fue cuando en una mesa
con varios actores para ver el conflicto de Chicomuselo, donde pobladores se
oponían a las operaciones de la minera Blackfire, Ponce Sánchez ordenó que se
encargaran de negociar o tranquilizar al alcalde, otros al cura del pueblo,
pero él asumió la responsabilidad de “tranquilizar” a Mariano Abarca Roblero.
Al que primero lo arraigaron en la Quinta Pitikito. Pero ante el escándalo
nacional que se hizo, lo soltaron de inmediato.
Pero como Mariano Abarca no salió con la cola entre
las patas, siguió con su activismo político. En noviembre del 2009 fue
ejecutado a tiros por unos sicarios.
Antes e que finalizara el sexenio sabinista, como
si quisiera limpiar su conciencia, el propio Nemesio Ponce Sánchez, llegó hasta
Chicomuselo para develar un busto a la memoria de Mariano Abarca Roblero.
“Quiero hacer la aclaración que sobre el crimen de
Abarca Roblero yo he declarado en infinidad de ocasiones y consta en el
expediente penal 62/2010 que el probable actor intelectual de ese homicidio es
Nemesio Ponce Sánchez, al servicio del gobierno del estado de Chiapas”, dijo en
abril del 2012 el abogado y activista Horacio Culebro Borrayas.
Nemesio pudo haber cometido varios delitos, pero de
eso no quedaba huella de su parte. Fue cauteloso en todo. Podrán acusarlo de
corrupto, pero nunca de tonto, pruebas contundentes difícil será encontrarlas. Aun
cuando se haya enriquecido a costa del erario.
“A su numerosa familia, el jefe de asesores, como
le gustaba presentarse, la colocó en diferentes dependencias, en puestos claves
en el manejo de recursos económicos. Su esposa, Martha Jiménez, fue la
responsable de las finanzas del DIF-Chiapas. Su hermano Federico decidía sobre
las compras en el Consejo de Seguridad Pública, y otro de sus hermanos,
Francisco, se encargó de la administración de Talleres Gráficos y más tarde del
Centro de Convenciones y del Polyforum”, escribió en noviembre del 2013 acá en
Chiapas Paralelo el columnista Sarelly Martínez Mendoza.
Nemesio volvió a Chiapas. Acá tiene amigos
chiapanecos. Excolaboradores, cómplices todos de los abusos de este médico de
origen michoacano.
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