* A pesar de las quejas de los vecinos por
el riesgo que representan las gaseras, las dependencias locales evadieron su
responsabilidad y atribuciones para suspender las actividades clandestinas
Comunicado.
Ciudad de México, a 4 de abril de 2017.
- La Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA), a cargo de Tanya Muller y el
Instituto de Verificación Administrativa (INVEA), encabezado por Meyer Klip,
evadieron su responsabilidad para suspender actividades de tres gaseras que
operan de forma clandestina y representan un riesgo para los habitantes de
Xochimilco.
A través de tarjetas informativas cada
una de las dependencias intentó deslindar su responsabilidad y atribución para
no sancionar a las gaseras que desde noviembre pasado han sido denunciadas por
los vecinos a razón de su operación ilegal.
Apoyándose en la Ley de Hidrocarburos,
ambas dependencias aseguraron que es el gobierno federal a través de la Agencia
de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), el responsable de suspender o
clausurar la distribución clandestina de Gas L.P., pasando por alto su
obligación como autoridades locales de proteger la integridad no solamente de
los vecinos de la zona sino también la vida de los trabajadores de estas
empresas clandestinas.
Los vecinos detectaron incongruencias
en las explicaciones ofrecidas por SEDEMA, pues la dependencia asegura que desde
2014 corresponde a la Agencia Federal, inspeccionar, vigilar y sancionar la
operación de las gaseras, sin embargo en la misma tarjeta entregada a algunos
diarios que publicaron la información hace algunos días, explica que el año
pasado colocaron y retiraron sellos de clausura a dichas gaseras.
".... Respecto a la gasera
instalada en Prolongación Acueducto 419, colonia La Concha, en Santiago
Tepalcatlalpan, Delegación Xochimilco, en febrero de 2015 se llevó a cabo una
visita de inspección, procediendo a imponer como medida de seguridad la
Clausura Temporal Total por la venta de Gas LP...", explica SEDEMA y
adelante señala "...con la publicación de la Ley de la Agencia de
Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), en el Diario Oficial de la Federación
(DOF) el 11 de agosto del 2014, corresponde a ésta autorizar la operación,
distribución y venta de Gas LP, así como la inspección y vigilancia en la
materia, motivo por el cual la Secretaría del Medio Ambiente ya no tiene atribuciones
para sancionar..."
En su tarjeta aclaratoria SEDEMA se
contradice, lo que hace pensar a los quejosos que en realidad la dependencia sí
tiene atribuciones para cancelar la operación ilegal de gaseras pero no quieren
intervenir a pesar de que su omisión pone en riesgo varias vidas.
Por su parte, el INVEA reconoce que
colocaron sellos para no obstruir las puertas de acceso a la gasera, sin que
ello implique que existe autorización para operar, sin embargo a decir de los
vecinos la venta clandestina de Gas LP sigue ocurriendo.
“En el caso particular de la gasera de
Xochimilco se colocaron los sellos de suspensión de actividades de manera que
no obstruyan el acceso principal, para que los dueños o autoridades puedan
ingresar a dar mantenimiento o a evitar algún tipo de fuga o explosión; lo que
no significa que se puede continuar ejerciendo la actividad económica que ahí
se realizaba”, explica el INVEA.
Y para terminar de evadir su
responsabilidad el INVEA afirma que corresponde a la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) en caso de detectar que la venta de gas continúa, realice la
detención de los involucrados para ponerlos a disposición de la Procuraduría General
de Justicia capitalina.
En el caso de la gasera instalada en la
carretera Xochimilco-Oaxtepec, la SEDEMA dijo a los medios: “es necesario
aclarar que realiza sus actividades en espacio abierto, sin contar con un
establecimiento fijo, y éstas consisten básicamente en estacionar una pipa para
rellenar cilindros de tipo doméstico, así como trasvase a vehículos de gas”.
Es decir, que cualquiera puede sacar su
pipa y con la tolerancia de las autoridades de la Ciudad de México, y sin
cumplir con ningún requisito, operar, poniendo en peligro la vida de las
personas.
Como es el caso, también, de “la
segunda cerrada del bosque de San Luis Tlaxialtemalco, entre avenidas 5 de Mayo
y Año de Juárez o Aquiles Serdán y, al igual que el caso anterior, la actividad
que desarrolla es la venta de gas mediante uso de pipas para rellenar cilindros
de tipo doméstico, así como trasvase a vehículos de gas”.
De manera implícita, la SEDEMA acepta
que en las dos últimas gaseras existe una actividad no sólo ilegal, sino
peligrosa, pero se lava las manos, siendo esta dependencia la más cercana a la
población en riesgo.
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