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Aunque las trabajadoras del sector
de mujeres intentaron apagar las llamas con varios extintores, el fuego se
propagó rápidamente. El centro ha estado envuelto en polémica desde el año
pasado. Al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de la
Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al
director.
Un total de 19 niñas fallecieron y
otras 38 resultaron heridas por un incendio que se registró hoy en un centro de
menores de Guatemala, cuando las jóvenes intentaron protestar por los abusos
sexuales y físicos que sufren.
La Secretaria General del
Ministerio Público (MP), Mayra Véliz, dijo que de las 19 muertas, 17 fueron por
quemaduras y de las otras dos aún están siendo investigadas las causas.
Según las primeras pesquisas, el
fuego fue originado por ellas mismas en unos colchones, explicó a la prensa en
los alrededores del Hogar Virgen de la Asunción, en el municipio capitalino de
San José Pinul, el defensor de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) Abde
Paredes.
Un centenar de personas se
concentran en las inmediaciones y entre lloros, súplicas y clamores exigen a
las autoridades las identidades de los fallecidos y los heridos, pues hasta el
momento no han recibido información.
Supuestamente las menores
intentaban protestar por los abusos sexuales y físicos que sufren en el hogar,
concretamente este miércoles, cuando se celebra el Día Internacional de la
Mujer.
Aunque las trabajadoras del sector
de mujeres intentaron apagar las llamas con varios extintores, el fuego se
propagó rápidamente.
El trabajador de la Procuraduría
dijo a la prensa que fiscales del MP están ahora investigando los hechos y que
también se espera a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
se pronuncie por unas medidas cautelares solicitadas en noviembre del año
pasado por la institución en este caso.
Mientras, los otros menores del
centro están empezando a ser trasladados, algunos son devueltos a sus familias
y otros llevados a otros albergues, como unas niñas con discapacidad que fueron
sacadas en autobús cerca del mediodía.
Uno de los jóvenes que salió,
Daniel, de 16 años, contó a periodistas entre sollozos que las niñas fallecidas
estaban encerradas en una escuela bajo llave después de una revuelta que se
organizó ayer, cuando 40 muchachos intentaron escapar, aunque luego fueron
reubicados.
Familiares esperan información
sobre las menores. Foto: EFE.
El pequeño, acompañado de algunos
familiares, señaló que las autoridades “no las ayudaron”, que tardaron mucho en
reaccionar y que no les dejaron entrar para socorrerlas: “Se quedaron parados.
Las conocíamos. Nosotros queríamos ayudar pero no nos dejaron”, dijo antes de
abrazarse con su familia.
Con los ojos llorosos y la cabeza
cabizbaja, padres, madres y hermanos de algunos de los recluidos exigen saber
la verdad. El padre de Pablo, un niño de 14 años, cuenta a Efe que su
vástago está en el centro pero desconoce su estado.
Sin embargo, no duda en denunciar
que al igual que muchos otros que están dentro es víctima de abusos: “Eso es
trata de personas. Es una porquería. Tiene golpes cuando lo vengo a ver y si le
pregunto quién se los hizo se molesta”, asegura este hombre, que prefiere no
dar a conocer su nombre, acompañado de otro de sus hijos.
Un grupo de mujeres comentó los
testimonios que en su día contaban los pequeños y aseguran que son “golpeados”
y violados”: “No son criminales ni animales. Son niños, son personas, son
adolescentes”, grita una de ellas.
“La comida es más mierda. Todo es
un desastre. Aquí los tratan peor que uno. Si mi hijo era un rebelde ahora con
cholos (pandilleros) peor. Aquí no los cuidan nada”, dice ora madre.
El centro ha estado envuelto en
polémica desde el año pasado. Al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la
Secretaría de la Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en
su momento al director.
Las autoridades investigan desde
entonces los hechos y una jueza decretó el cierre paulatino del centro, motivo
que llevó a dos magistradas de la Corte Suprema de Justicia, entre ellas la ex
presidenta del organismo Silvia Patricia Valdés, a personarse en lugar para
verificar la situación.
Decenas de policías, bomberos,
miembros de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres (Conred) y
la Cruz Roja, entre otros, se encuentran en el lugar, al que se prohíbe el
acceso a la prensa, que se amontona en los alrededores y algunos de los cuerpos
han empezado a salir.
La casa hogar, a cargo de la
Secretaría de Bienestar Social, tiene a unos 748 menores, aunque su capacidad
es de 400.
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