•La SEMAR no está preparada
para suplir a la Marina Mercante
Comunicado.
Ciudad de
México, a 21 de noviembre de 2016. - En más de 170 países que conforman la
Organización de las Naciones Unidas, sólo 11 Capitanías de Puerto son operadas
y administradas por militares. El resto está controlado por personal civil.
Esto es así, debido a que la rigidez militar no se lleva con la Marina
Mercante, que requiere de elasticidad, rapidez y eficiencia del transporte de
mercancías y bienes en general en los ámbitos nacional e internacional
marítimo, coincidieron en señalar los capitanes Ismael García Muñoz, Cruz
Colorado Viccón y Marcelino Manuel Tuero, así como Salvador Rivera Castellón,
dirigente de la Unión Nacional de Transportistas Campesinos (UNTRAC).
Sólo en
Gobiernos de facto, como Corea del Norte y varias naciones de América Latina,
el transporte mercante es controlado y operado por militares, con consecuencias
económicas y sociales incalculables.
Lo anterior,
debido a que el Ejecutivo Federal envió una iniciativa de ley, que se encuentra
actualmente en el Senado de la República, para que la Marina Mercante deje de
ser dependencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y se
incorpore a la Armada de México, lo cual es totalmente equivocado, porque esta
medida derivaría en mandar al desempleo a más de 60 mil trabajadores y sus
familias, mientras que habría un caos en la operación y administración de las
capitanías de Puerto, y echar por tierra más de 40 años de experiencia civil en
la materia.
El capitán
García Muñoz enfatizó que cada área, la Marina Mercante y la Armada de México,
desarrollan actividades diferentes. La Marina puede reforzar la seguridad, si
ese es su propósito, si le transfieren la vigilancia integral de las aduanas,
por donde pasa todo tipo de mercancías y otros bienes, que no son competencia
de la Marina Mercante.
Los marinos
mercantes se oponen rotundamente a que esa área sea una responsabilidad de la
Secretaría de Marina (SEMAR), por la sencilla razón de que, de ser así, habría
un alto perjuicio económico y laboral.
Explicaron los
marinos mercantes que el esquema de comercio nacional e internacional, sería
trastocado. Se afectarían las operaciones de transporte de carga y descarga de
bienes y mercancías en todos los puertos mexicanos. Actualmente sólo dos operan
con control militar: Manzanillo y Lázaro Cárdenas, con resultados negativos. En
ambos han disminuido las operaciones en 2.5 y 4.5, respectivamente, mientras
que, en Veracruz, operado por personal civil, el aumento ha sido del 9.2 por
ciento en los últimos reportes.
Los capitanes
mercantes están en desacuerdo con la forma en que las Comisiones de
Comunicaciones y Transportes y de Marina del Senado de la República, que
presiden Javier Lozano Alarcón y Barroso Agramont, respectivamente, por la
omisión de realizar un Foro de Consulta para hacerles ver que están en un
error, "están confundidos de las funciones que desempeñan la Marina
Mercante y la Secretaría de Marina. La primera fomenta y apoya la
comercialización de 11 tratados internacionales de libre comercio, y la
segunda, es una entidad de seguridad nacional".
El Frente Unido
de la Marina Mercante y otras agrupaciones de profesionales de esa
especialidad, denunciaron que algunos almirantes de Marina suponen que es
sencillo sustituir a los marinos mercantes. Sin embargo, la SEMAR no está
preparada para cumplir con la encomienda que están negociando con los
senadores. La Marina Mercante funciona eficientemente con las empresas privadas
de transporte marítimo, lo cual es muy diferente con la disciplina militar.
"Chocan con las órdenes militares", dijeron.
"La
Secretaría de Marina debe retomar sus funciones de seguridad en el mar, y no en
tierra. Zapatero a tus zapatos", señaló el capitán Ismael García Muñoz. En
Estados Unidos y en Canadá, y en la gran mayoría de los países del mundo, añadió,
las fuerzas armadas están en una sola dependencia: en la Secretaría de la
Defensa se concentran el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. En México no es
así, están separadas.
Los marinos
mercantes están debidamente preparados para cumplir con sus funciones. Después
del bachillerato, estudian cuatro años de profesión y un año de prácticas,
además de uno de titulación. De ahí acceden a oficiales de piloto naval o
ingeniero mecánico, y para llegar al mando de capitán de altura o jefe de
máquinas, estudian otros nueve años. "Después de 15 años de estudios,
están aptos para tomar el mando de una embarcación con conocimiento y
experiencia", afirmaron los capitanes mercantes.
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