▪Cuando
meditamos sobre una deidad estamos meditando sobre los poderes de nuestro
propio espíritu y psique. El objeto reverenciado y venerado no es un
término final, sino una personificación de la energía que reside en el interior
de cada individuo".
Joseph Campbell
Este viernes 30 de septiembre
ocurrirá un interesante fenómeno astronómico que sólo podemos presenciar
cada 32 meses, la cara iluminada de la Luna será opacada por la sombra de
la Tierra ocasionando una segunda Luna Nueva que se conoce como Luna Negra. Este
fenómeno no tiene un horario específico, se podrá observar en nuestro
hemisferio durante toda la noche. Regularmente, cada ciclo lunar sólo
tiene una Luna Llena y una Luna Nueva, pero cada tanto, las órbitas de la
Luna y la Tierra adoptan posiciones que permiten inusuales acontecimientos como
la Luna Negra y la Luna Azul (que ocurre cuando hay dos lunas llenas en un
mes).
¿Cómo nos afecta la Luna Negra?
Desde tiempos muy antiguos, la
Luna Negra está asociada con la presencia de un aspecto de la Gran Diosa Madre que
muchos identifican como Lilith. Culturas primigenias, como los sumerios,
la adoraban bajo el nombre de Ishtar o Lamastu, pero con el paso del
tiempo y la hegemonía de la cosmovisión judeocristiana, pasó de ser una diosa a
un demonio. Lilith es una deidad femenina libre que no se apega a los
lineamientos de la razón y la lógica sino a la Naturaleza, es por eso que se
considera peligrosa para algunas morales religiosas. Además, Lilith nos
enseña que es posible vivir sin ataduras de todo tipo: materiales, económicas,
emocionales e incluso morales para convertirnos en quienes realmente
somos. La Luna Negra es una gran oportunidad para reconectar con
nuestra parte más libre y primitiva.
Esta Luna Oscura nos enseña que
podemos dejar que el Universo fluya a través de nosotros sin interponer nuestro
Yo, es decir, romper las barreras del ego y la angustia en pos de la
transformación espiritual. La oscuridad en este caso no simboliza falta sino
apertura, espacio para la llegada de algo nuevo y distinto, por lo que hay
que permanecer abiertos y confiados. La "ausencia" de la Luna también
es una lección de desapego, este viernes es un gran momento para
soltar, dejar ir personas, relaciones y objetos materiales que ya no
tienen lugar en nuestra vida para redescubrirnos realmente libres.
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