Por:
Gonzalo Egremy
¡SALVADOS DE SER
LINCHADOS!
+Comunidades indígenas muestran
obstinación; existen muchos casos de intolerancia en aquella región de los
Altos de Chiapas.
+Cinco brigadistas de una organización
civil fueron retenidos por deceso de una niña, en comunidad Tzotzil de Zinacantán;
fueron liberados antenoche.
.
-La intolerancia en la zona indígena se está volviendo una cotidianidad, y de
no ser por el gobierno del estado, no salvan la vida cinco brigadistas.
A
inicio de semana llegaron a la comunidad tzotzil de Yalentay, municipio de
Zinacantán, personal del programa “Un Kilo de Ayuda”.
Cinco
eran los brigadistas de ese organismo no gubernamental, que repartían vitaminas
y desparasitantes, sin embargo, una niña falleció por bronco aspiración al
tomar una pastilla.
El
deceso del infante provocó que los indígenas se organizaran, retuvieran a los
cinco brigadistas, y los amenazaran con privarlos de la vida.
Intentaron
lincharlos como presuntos responsables de la muerte de la niña; sin embargo,
intervino el gobierno del estado y ofreció ayuda a la familia doliente y ante
ello, por la noche del martes fueron liberados los brigadistas.
Trascendió
que la familia del infante fallecida exigía 700 mil pesos, y que el gobierno
ofreció otorgarles 300 mil pesos.
Los
brigadistas de “Un Kilo de Ayuda”: Mayelly Pérez Hernández, Ronay Villafuerte
Ballinas, Denia Almaral Beltrán, Carolina Núñez Rubalcaba y Deniss Losiza Vega,
lograron salvar la vida.
Según
comunicado oficial del gobierno y medios digitales, los pobladores de Yalentay,
en Zinacantán, liberaron a los cinco promotores del programa Un Kilo
de Ayuda, tras recibir un pago de 300 mil pesos que exigieron por la muerte
de la menor de edad.
Los
reportes detallan que los cinco promotores suministraron vitaminas y desparasitantes
a los niños de esa comunidad.
Pero
una niña se asfixió en el momento en el que se le suministró el medicamento.
Tras
lo anterior, los indígenas amenazaron con quemar a los cinco brigadistas si
los padres del menor no recibían un pago, que en un primer momento estimaron en
700 mil pesos.
La
intolerancia entre los pobladores de aquellas localidades ha provocado ya mucho
derramamiento de sangre, como ejemplo está lo sucedido el mes pasado en San
Juan Chamula.
Pero
en otras comunidades de Chenalhó, Oxchuc, Huixtán, Huitiupan, Chanal, Chilón,
Simojovel, San Juan Cancuc y Tenejapa, funcionarios de gobierno de los tres
niveles y “ladinos” han sido víctimas de la intolerancia.
El
gobierno que encabeza el mandatario, Manuel Velasco Coello, se ha reunido en
muchas ocasiones con los grupos indígenas en sus localidades.
Hace
dos años hasta firmaron un acuerdo de paz, reconciliación y desarrollo social
para aquellos municipios de las regiones de Los Altos y Norte del estado.
Amparados
en “sus usos y costumbres”, los municipios indígenas se gobiernan como ellos
(un pequeño grupo de ancianos) lo acuerdan, no importándoles la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Menos
la Constitución local ni las Instituciones sino es para la obtención de
beneficios presupuestales.
Cierto
es que esos municipios, y otros más de la entidad, están considerados como de
pobreza extrema y demás índices de marginación social, pero siguen apegados a
sus usos y costumbres, ¿no cree usted?
BISBISEO
Brota
la podredumbre que existió en la obra pública del trienio pasado en Tapachula;
si hubiese habido transparencia y honestidad en la licitud para la construcción
de la fuente popularmente llamada “La Crayola”, hoy funcionaria al cien o al
contrario, el gobierno estaría haciendo uso de la garantía//Pero
presumiblemente por el veintiezmo restado al presupuesto, la obra fue mal hecha
con material de pésima calidad//Ni se diga la obra del sabinato, el Parque
Bicentenario, que hasta una avenida, la 1ª, que cruzaba de la 2ª calle a la
Central oriente para continuar hacia el norte de la ciudad, fue quitada al
pueblo de Tapachula y los automovilistas tenemos que buscar otras vialidades
hacia el centro y norte//Salud.
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