CDMX, 3 de agosto del 2016.-
Se aprobó por unanimidad en el Senado de la República, el Punto de Acuerdo que
Melgar, Senador por Chiapas, propuso para salvar a las Cascadas de Agua Azul de
las actividades antrópicas que están contaminando las aguas de esta maravilla
natural de los chiapanecos.
De esta manera Melgar,
continúa siendo el portavoz del pueblo ante los problemas ambientales, dando
seguimiento a la agenda ecológica que anunció desde el primer día de sus
labores como legislador.
El día de ayer en la 3ra
Comisión, se aprobó por unanimidad el punto de acuerdo, relativo a la
determinación del grado de contaminación de las Cascadas de Agua Azul, por
actividades propias del ser humano en la zona, de esta manera se busca frenar
el grave daño ambiental que viven sus aguas, y así revertir la contaminación
que está provocando el cambio de coloración de estas espectaculares cascadas.
“Este lugar fue declarado en
1980 como refugio forestal de la fauna silvestre y reserva especial de la
biósfera, pues en su entorno habitan una gran variedad de especies de ambas
clases como un amplio bosque tropical y de encino, animales como el jaguar,
tapir, guacamaya y tucán, entre otros más, los cuales se encuentran en peligro
de extinción”, dijo Melgar.
El legislador tapachulteco
exhorta respetuosamente a través del Senado de la República al Ejecutivo
Federal, para que de forma inmediata por medio de la Secretaria de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, conjuntamente con la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, la Secretaría de Turismo, la
Comisión Nacional del Agua, la Comisión de Áreas Naturales Protegidas y la
Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, se lleven a cabo
los estudios necesarios que permitan determinar el grado de contaminación de
las Cascadas de Agua Azul, por los malos manejos ambientales en la zona, además
de solicitar se publique el Programa del Área de Protección de Flora Fauna
“Cascadas de Agua Azul”.
Melgar finalizó: “De perder el
color turqués estas aguas, dejarán de ser atracción para el turismo que genera
una derrama económica importante, aunado a esto, el impacto ambiental que ya se
presenta provocará un daño ecológico irreversible en la región”.
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