∙ Cofepris
y Profeco “se hacen de la vista gorda” en el caso de importaciones de lácteos
que no son leche: productores
∙ La
empresa Liconsa disminuyó sus compras de leche en 40% este año
México, D. F., 30 de diciembre de
2014. (BOLETIN).- El año 2014 a
punto de concluir, es calificado como fatal para la
economía de los productores lecheros de todo el país por varias razones.
Primero, a pesar de un gran esfuerzo desplegado para mantener el ritmo
productivo del alimento, con un alto costo económico asumido por el bolsillo de
este segmento de ganaderos.
Un segundo elemento, es que cada vez
más, los consumidores prefieren productos adulterados que, si bien resultan más
baratos que la leche auténtica, no contiene los nutrimentos de la leche
natural.
En tercer lugar, las tiendas de
autoservicio se han convertido en el principal competidor de los lecheros
mexicanos. Rehidratan directamente leche en polvo, que regularmente es suero,
al que le agregan grasa vegetal y otros ingredientes; lo exhiben en anaqueles
con un precio similar al de la leche.
Todo ello, con la complacencia de la
Profeco y la Cofepris. “Sí, porque estos organismos se hacen de la vista gorda.
Nosotros sabemos que lo que ocurre es un fraude para los consumidores, y un
riesgo para la salud”, dijo el presidente del Frente Nacional de Productores y
Consumidores de Leche, Alvaro González Muñoz.
A estas irregularidades, se añaden
las amenazas cumplidas de la empresa Liconsa, por el anuncio de una disminución
del 40% en las compras de leche a productores nacionales. Tuvo que intervenir
la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, para evitar una
masacre de vacas, muchas de las cuales se fueron al rastro en varios estados, y
un fuerte deterioro económico para los pequeños y medianos productores.
Y finalmente, afectó en gran medida
la denuncia de corrupción en los manejos administrativos de Liconsa. Se llegó
al punto de que los centros receptores de leche fluida en varios estados de la
República, no la recibían si no era a través de una cantidad monetaria exigida
a los productores. Esto, reconocido por el mismo director general de la
empresa, ante los diputados federales en una sesión de la Comisión Especial de
Ganadería.
Esta serie de factores, provocó que
al último trimestre del año cerraran alrededor de mil establos, toda vez que se
tuvo que vender la leche hasta en 3.00 pesos el litro, lo cual resulta
totalmente incosteable, frente a un costo real por litro, de 6.00 pesos el
litro. Como es sabido, en esta actividad diez o veinte centavos en cada litro,
pueden ser la diferencia entre sobrevivir o desaparecer.
De continuar esta práctica
depredatoria y especulativa de la gran industria de derivados lácteos que
socaba la economía de los pequeños y medianos productores, en 2015 irremediablemente
provocará la quiebra de más de 50 mil establos productores de leche.
Consideró el dirigente González
Muñoz, que hay desorden en la política de fomento y la de Economía, Porque, por
una parte, la Sagarpa mantiene programas importantes para el desarrollo de la
lechería mexicana, como el de repoblación de vaquillas, ampliación de
infraestructura y actividades de capacitación, en tanto que la Secretaría de
Economía mantiene abiertas las fronteras a la importación de desechos lácteos.
De esta situación, dijo finalmente
el dirigente de los productores lecheros, es aprovechada tanto por las
industrias como por las cadenas comerciales, que año con año inundan nuestro
mercado con las sobras de otros países. Esto incrementa el déficit de la
balanza comercial que, para 2014, se espera supere los 1 mil 500 millones de
dólares.
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