Por: Raúl
Eduardo Bonifaz M.
¿Llegó la hora de terminar con la
Policía Municipal Preventiva? No lo creo, se deben fortalecer estos cuerpos
policíacos poco respetados, desvalorados, sin “mística” ni liderazgos,
vulnerables, con carencias en armamento y equipo, mal preparados y peor pagados;
al contrario esta corporación debe continuar en cada Municipio de México.
Mientras aquí se propone la supresión
de la Policía Municipal Preventiva, en el mundo se acepta y recomienda
hacer lo contrario, o sea, empoderar a la autoridad más próxima al ciudadano.
Afirman investigadores y expertos en seguridad pública de muchos países que
invertir en capacidades municipales por la seguridad es prioritario, dado que
ahí están las autoridades más cercanas al pueblo y los delitos a enfrentar
ocurren en los hogares, los vecindarios, el trabajo, en las calles.
Algunos argumentos que se manejan para
desaparecer a la Policía Municipal son: debilidad institucional, desconfianza
ciudadana, su déficit de profesionalismo, bajo nivel de escolaridad, mayores de
edad, dispersión, vulnerables a la corrupción y acecho del crimen
organizado. El asunto no es tan sencillo y por la importancia que hoy reviste,
este tema tiene que llevarnos a la reflexión seria, a un debate intenso y
productivo respecto a su deterioro, abandono y olvido institucional y, a
restablecer la relación de las policías con la sociedad.
Es muy difícil que las policías
municipales puedan hacer frente a las mafias y los grupos armados ilegales con
salarios insuficientes, maltratados por sus superiores, con escasos
presupuestos, con inestabilidad laboral –cada tres años les cambian de jefe-,
poco respetadas por las autoridades y sociedad, con bajo perfil profesional y
que para lograr ascensos y desarrollar una carrera pesan más el amiguísmo o las
recomendaciones. Como es posible que le pidamos a una persona que arriesgue su
vida sin darle la protección mínima, es decir, entrenamiento, seguro médico y
de vida, vivienda, educación para sus hijos.
No está a discusión el gran esfuerzo
que México ha dedicado a la profesionalización de las fuerzas del orden en el
nivel federal, estatal y municipal; sí hay avances importantes en materia
policial, sin duda, pero queda mucho por hacer en los 2240 municipios del país,
en donde se encuentran 188 mil 594 localidades con menos de 2500
habitantes.
De ahí la importancia de aplicar los
criterios del Plan Nacional de Seguridad Pública para su regulación y
profesionalización, más que plantear su desaparición, que sería ir en contra de
la tendencia de una cada vez mayor autonomía municipal.
La solución fácil es desaparecerlas y
el reto mayor es profesionalizar a las policías municipales, cuyos integrantes
deben pasar exámenes de confianza, ser capacitados y equipados adecuadamente,
evaluados constantemente y remunerados debidamente. Las corporaciones
municipales son las que agrupan al mayor número de elementos en el país y,
curiosamente, las que menos capacitación reciben; son las que enfrentan el
mayor número de deficiencias, pero las que tienen el mayor contacto con la
ciudadanía cada día.
De acuerdo con datos del INEGI, durante
2009 la Policía Federal captó un total de 44 044 reportes, y en el caso de las
corporaciones de la Policía Estatal los presuntos delitos del fuero común
registrados asciende a 92 777. Es notable la diferencia de cifras con la
Policía Municipal y los datos del año 2008, indican que de un total de un
millón 841 080 intervenciones reportadas por los cuerpos de Seguridad Pública
Municipales, un millón 240 872 fueron notificados al Juez Calificador por
infracciones administrativas, al Ministerio Público de su Estado notificaron
363 986 presuntos delitos y en el mismo periodo se notificaron al Ministerio
Público Federal 25 152 presuntos delitos.
En un país como México, en donde la
mitad de los delitos comienza por conflictos entre vecinos, familiares o
compañeros de trabajo, es muy importante una policía de proximidad como lo es
la municipal y no miremos como un sueño o una utopía a la policía de la
comunidad. Es una alternativa que está dando resultados en muchos países para
prevenir, controlar y reducir la incidencia criminal. En mi opinión, no creo
conveniente desaparecer los cuerpos policiales en los municipios.
27 de octubre de 2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario