CAPRICHOSOS, LOS HADOS
POLÍTICOS
Por Armando rojas
Arévalo
AIKO:
Érase una vez un buen hombre que todas las mañanas con shorts y chanclas salía
a barrer su banqueta y a saludar a sus vecinos de la calle Tlalmanalco, de un
populoso suburbio de Tuxtla Gutiérrez denominado “La Misión”. Tenía un Chevy de
dos puertas que después cambió por uno de cuatro que en el medallón –el
parabrisas trasero- traía el letrero de abogado y sus teléfonos.
-¡Buenos
días! saludaba siempre con una sonrisa humilde y complaciente. “Buenos días”,
le respondían todos. Era –y se espera siga siendo- un buen vecino. Con nadie se
mete para mal y todos le tienen respeto. El Chevy lo sigue teniendo, pero desde
hace unos días a este buen hombre lo ven llegar con una camioneta blanca con un
chofer que mientras espera a su patrón toma un jugo de naranja y duerme un rato,
y otra camioneta -roja- presuntamente con escoltas.
Para
no hacerte el cuento largo, ese buen hombre que se llama ARTURO CAL Y MAYOR se
convirtió de repente, de la noche a la mañana, como dirían los “clásicos, en
magistrado presidente del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas. Ojalá nunca
cambie. Ojalá, anhelan sus vecinos, siga viviendo allí o si se muda al
Campestre, que es un fraccionamiento de lujo, siga yendo a barrer su banqueta y
a dar los buenos días. Enhorabuena y se le desea el mejor de los éxitos. Que
con esa actitud de humildad con que trata a la gente proceda con honestidad en
el desempeño de su trabajo y todo sea para bien.
LOS
HADOS POLÍTICOS, SERES MALANDRINES a los que les encanta jugar travesuras, son
caprichosos, y si no que diga lo contrario ROGELIO ORTEGA MARTÍNEZ, quien desde
anoche se convirtió en gobernador interino de Guerrero en sustitución de ÁNGEL
AGUIRRE RIVERO. Participó tres veces en la elección de Rector de la Universidad
Autónoma del Estado y en las tres el consejo universitario le dio “palo”. Hoy
es el “number one” del estado y podrá decir quien no y quien si para rector,
presidente municipal o diputado.
Jamás
soñó con llegar al principal cargo político de su estado. Su sueño era ser
Rector, puesto por demás honroso y quizá el más honorable que un académico como
él pueda aspirar.
¿Quién
es? Bueno, nació el 26 de julio de 1955 en Taxco de Alarcón (Guerrero), su
especialidad son las Ciencias Políticas y Sociología y tiene el grado de doctor
por la Universidad Complutense de Madrid (Opus Dei), donde le extendieron su
título con el soñado Cum Laude por todos los que estudian el posgrado. Lo mismo
ocurrió en la Universidad Iberoamericana. O sea, todo un cerebrito. Trató de
ser Rector de la UAG, pero como todos sabemos con frecuencia ese cargo tiene
tintes políticos. La última vez que pretendió dirigir su universidad fue en
este mismo año pero salió elector JAVIER SALDAÑA.
¿Cuáles
son sus méritos políticos para ser gobernador? Bueno, nunca ha tenido un cargo
de elección popular ni ha desempeñado puestos administrativos dentro del
gobierno. Quizá, y tal vez por eso eligieron, fue por su brillante carrera
académica y haber formado parte del grupo político de ARMANDO CHAVARRÍA, a
quien asesinaron siendo secretario general de gobierno –tiempos de ZEFERINO
TORREBLANCA- en Chilpancingo, el 20 de agosto de 2009, cuando salía de su
domicilio particular.
Seguramente
cuando le dijeron que iba a ser gobernador preguntó al estilo de VICENTE FOX, “¿Y
yo por qué?”. Los hados debieron haberle respondido que para paliar el problema
de los estudiantes de Ayotzinapa se necesitaba un hombre familiarizado con los
jóvenes y respetado por la comunidad académica. Punto.
Su
primer discurso como gobernador fue para clamar que los estudiantes
desaparecidos aparezcan vivos. “¡Por Dios!”, seguramente exclamaron los hados
políticos que lo estaban llevando al poder pensando que lo hacían gobernador
para aliviar el problema no para ponerle más fuego a esa hoguera.
BEATRÍZ
MÓJICA se quedó en la recta final pese a que Los Chuchos le habían ofrecido ser
la sustituta de ÁNGEL AGUIRRE, y ahora dice que buscará ser gobernadora por
elección directa. Que se siente para no cansarse, porque de aquí a que el PRD
pueda aspirar a ganar una elección en Guerrero, va para largo. La ignominiosa y
vergonzante actitud del PRD lo tiene fuera del camino.
El
mismo mensaje debe ser para ARMANDO RÍOS PITER.
POR
CIERTO, EL SÁBADO que tomé la autopista para ir a Cuernavaca y de regreso a
casa el domingo ¡no pagué autopista! Estudiantes encapuchados de la Universidad
Pedagógica tomaron las casetas y a todos los que íbamos y veníamos nos dejaron
pasar libremente. La Policía Federal de Caminos nomás “guacheaba” y como
diciendo “ahí se ven” los dejaron distribuir volantes, pedir algo para el bote
y dar paso libre. Fueron 95 pesos los que me ahorré, pero que no jodan. Está
bien su lucha, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Como dijeron
el viernes PEÑA NIETO, el secretario de la Defensa y el secretario de Marina no
se puede exigir legalidad con ilegalidad. ¡Neta!
En
este orden de ideas, mal muy mal que normalistas de la rural, estudiantes y
gente abusiva se dediquen al pillaje con la bandera de los “desaparecidos”. El
sábado irrumpieron en las tiendas de autoservicio Comercial Mexicana y Bodega
Aurrerá Sur de Chilpancingo y permitieron que los consumidores se llevaran
víveres sin pagar. Otras tiendas, como Wal-Mart, Sam’s Club, Soriana y Bodega
Aurrerá Norte, permanecieron cerradas y resguardadas por policías antimotines.
A
las 10 de la mañana, un grupo de estudiantes de Ayotzinapa cubiertos del rostro
con pasamontañas o paliacates, llegaron a la Bodega Aurrerá, se posesionaron
del establecimiento y permitieron que la gente se llevara sus productos
“gratis”. Durante el saqueo, se observó a gente que se llevaba cajas de leche,
pan y productos no perecederos. Posteriormente, el contingente de normalistas
se dirigió a la Comercial Mexicana, donde escribieron en los cristales “todo
gratis” y convocaron a la sociedad a llevarse “por este día” los productos sin
pagar.
Eso
no me pasa. Hay que ser “cochi”, pero no tan trompudo.
P.D.-Se
cumple hoy un mes de que 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa se
encuentran en calidad de “desaparecidos”. Tampoco aparecen el ex alcalde de
Iguala, su esposa y el que era secretario de seguridad pública municipal.
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