En diciembre 2013, se detectó
por primera vez la transmisión autóctona del virus Chikungunya en la Región de
las Américas con la confirmación de dos casos
en la isla de Saint Martin, en el Caribe. A partir de esa fecha, se han notificado a la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) 183 mil 761 casos sospechosos de
los cuales 4 mil 676 han sido confirmados por laboratorio en 18 países de la región.
En México, el Sistema Nacional
de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) de la Secretaría de Salud federal que
encabeza la doctora Mercedes Juan, identificó un caso importado de fiebre por
Chikungunya. Corresponde a una paciente, con antecedente de viaje a un evento
deportivo a Antigua y Barbuda en el Caribe, sitio donde la OPS ha reportado
cuatro casos confirmados por virus Chikungunya. Hasta el momento no se han detectado
casos autóctonos en nuestro país y este hallazgo demuestra la fortaleza del
SINAVE.
El virus Chikungunya fue
descrito inicialmente en la década de los 50s, en un brote ocurrido en una
aldea en Makonde, entre Tanzania y Mozambique en África. El
nombre Chikungunya (pronunciado
/chi kun GU ña/) es de origen makonde y significa enfermedad del hombre
retorcido, debido al fuerte dolor articular que provoca la artritis y que
caracteriza a la enfermedad.
Chikungunya es un virus
transmitido al hombre y los monos por los mismos mosquitos involucrados en la
transmisión del dengue (Aedes aegypti
y Aedes albopictus). Al igual que el
dengue, causa fiebre, dolores severos en las articulaciones, dolor de cabeza,
mialgias, náuseas y erupciones cutáneas, la principal diferencia radica en la
afección a las articulaciones. La enfermedad puede presentarse entre 3-7 días
posteriores a la picadura del mosquito, y tiene una duración de entre dos y 12
días.
Para este padecimiento no
existe una vacuna para prevenir la infección por este virus ni un tratamiento
específico, se maneja únicamente de manera sintomática.
Ante
el incremento de casos de virus Chikungunya en la región del Caribe y el
reporte de casos importados en el macizo continental, por los elevados
movimientos poblacionales y la existencia de los vectores en amplias regiones
del territorio nacional, se ha reforzado la vigilancia epidemiológica para la
detección oportuna de casos, a efecto de evitar la ocurrencia de brotes y para
una adecuada y rápida respuesta en caso de ser necesario.
Desde finales del 2013 se distribuyeron a todas las entidades
federativas los lineamientos sobre este padecimiento emitidos por la OMS/OPS,
de la misma manera el tema ha sido abordado en diversos órganos colegiados como
el Consejo Nacional de Salud y el Comité Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
De la misma manera, en diversas ocasiones el tema ha sido analizado
en las reuniones periódicas con los Directores de los Servicios de Salud de las
entidades federativas, quienes son los responsables directos de la operación de
los servicios en los estados. Se ha
emitido un aviso de viaje (13-06-14) para las personas que acudan a las zonas
donde se han identificado casos, el Caribe y América del Sur.
Para ello,
emite las siguientes recomendaciones: Las medidas de prevención y control para Chikungunya
de acuerdo a la OMS, se enfocan en medidas para reducir al mínimo la exposición
a mosquitos, las cuales se convierten en imperativas para prevenir la
diseminación en caso de que se presente un brote.
La
prevención y el control se basan, principalmente, en las reducciones del número
de depósitos de agua, tanto naturales como artificiales que puedan servir de
criadero de los mosquitos.
Las
personas que viajen a zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como
el uso de repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga.