JOSE JUAN BALCAZAR
PASADOS DE VIVOS
Mientras el
subcomandante Marcos decretaba el fin de su alias y anunciaba el surgimiento de
su otro alias, subcomandante Galeano, en otras latitudes supuestamente de
izquierda algunos pasados de vivos hacían de las suyas y pretendían a la de
abuelita mi Nescafé imponer su sacrosanta voluntad, por encima de lo que digan
los estatutos de su partido y las corrientes, y conste que no se refiere aquí
el confi a la finura de las susodichas sino a las expresiones políticas, más
conocidas como tribus.
La despedida
del sup Marcos (a quien se le vio montado en un caballo un poco pasado de peso;
él, no el caballo) fue como se esperaba: nostálgica, en un discurso lleno de
metáforas que mueven las entrañas de hasta los más incrédulos, lleno de verdades
aunque parezcan poesía, lleno de una cotidianidad que agravia a las comunidades
indígenas y describe, tal cual, a los grupos de poder. Así, luego de 20 años y
otros tantos de peso, el sup Marcos dijo adiós a un personaje que efectivamente
hacía ya 5 años nada se sabía.
Y en tanto en
la selva los hombres verdaderos hablaban su palabra, en la capital del estado
unos hombres no tan verdaderos, de lenguas viperinas y pastosas, tomaban por
asalto una estructura caduca de su partido y montados en ella, con el rechazo
de todos, buscan infructuosamente congraciarse con el poder, zurrándose en la
dignidad de la militancia y dándole la razón al peje y a los pejistas que,
desde su salida de su antiguo partido, se solazan hablando pestes de quienes
eran, literal, uñas y mugres.
Son estas,
pues, dos expresiones de la izquierda en Chiapas. La de una izquierda armada
que le apuesta a la paz, como ha machacado Marcos desde su surgimiento hasta su
desaparición; y la de una izquierda domesticada cuyo liderazgo está en el limbo
desde que Sabines la sometió, pervirtió y abandonó a su suerte, sin poder a
estas alturas encontrar el rumbo y que a fuerza de tortas y refrescos pretenden
mudar de manos, para que la cosa siga como está y no haya flatulencias en el
ejido ni excretas en la parcela.
--La educación
ganó con la salida de José Antonio Coello Villatoro de la subsecretaría de
educación federalizada, pero los que pierden son los consumidores.
¿Qué pecado tan
grande habrán cometido los consumidores para que les hayan metido de delegado
de la Profeco a tan singular personaje?
Si por algo se
le recuerda al entenado del paliacate con fuero en su paso por Educación
Federalizada es por denuncias en la venta de plazas.
No se le
recuerda por haber sido un chingonazo en el impulso de la educación.
No tiene
mayores méritos que pertenecer al establo del cañero que por segunda vez es
diputado local.
Ahora en la
Profeco no se esperan cosas buenas.
Ni esperar que
meta orden en el tema de las gasolineras que chupan combustible y dinero a la
gente que da gusto.
Con decir que
tiene ya un mes en el cargo y muy pocos saben que está ahí cobrando.
¿Por qué tan
sigiloso su llegada a ese cargo?
Puede que sea
una recomendación del imagólogo de su mero pagre político, chus Orantes.
O puede que
ante tantas ocupaciones se hayan olvidado de cacarear el huevo.
La pregunta es
¿a quién debe agradecer chus Orantes esta deferencia a uno de sus pupilos?
Siendo el
gobierno federal priísta no debería extrañar que el hijo putativo de un
diputado local priísta llegue a esa posición.
Sin embargo,
las cosas no están como para andar cediendo espacios de gorra a un priísta agreste.
--Pinche
confinero, neta que es bien distraído.
Estaba leyendo una
nota en el diario de ayer y clarito leyó que decía “Lobato sale caro”.
No, pos, sí, se
dijo.
Me cae que
Lobato sí sale caro, no tan caro como los Luna Ramos en el Poder Judicial de la
Federación, pero sí cuesta sus buenos pesos.
Luego de no
pegar nada durante muchos años, por fin ligó la alcaldía de Sancrisbosnia y de
ahí pa’l real no ha dejado la mamazón.
Y ahora no sólo
es él, sino también su mujer e hija.
Ya no son los
tiempos en que a los políticos todavía les hacía ruido el qué dirán.
Ahora el que no
tiene a toda su parentela en la nómina, no sólo vive en el error, sino es que
un grandísimo pendeco, como dice Lupe.
Hay que darle
el crédito de esta perversión y promiscuidad de la función pública y la
política a Juan Sabines.
Llegó con su
camada de fuereños y con ellos vino una retahíla de desempleados y voraces
depredadores del erario.
Llegaron, se
instalaron, les quemaron incienso, saquearon, se fueron y algunos, los más
cínicos, todavía deambulan por estos lares.
Empezó ahí la
época de las familias enteras en la mamazón y, no sólo eso, en el atraco
institucionalizado.
En eso cavilaba
el confinero cuando releyó la nota y no decía “Lobato sale caro”, sino “Lo
barato sale caro”.
Pero aunque la
nota no diga lo primero, lo cierto es que Lobato y su familia sí salen caros al
erario.
¿Y cuáles son
los méritos? He ahí la tiznadera.
--En Chiapa de
Corzo empezaron a atentar contra el patrimonio histórico y el INAH ha guardado
absoluto silencio.
No se puede
transgredir contra un patrimonio arquitectónico así tan quitado de la pena y no
pase nada.
Obviamente de
parte de quienes autorizaron quitar los arcos y en su lugar colocar ventanas
cuadradas hay una ignorancia supina.
Ayer se
difundió profusamente la imagen de un edificio del pleno centro de Chiapa donde
se aprecia el crimen arquitectónico.
Es un acto que
no debe quedar impune, además que debe ordenarse la restauración inmediata.
Si a Chiapa de
Corzo le ha distinguido su arquitectura de arcos, sólo a un ignorante y naco se
le ocurriría sustituirlos.
Por cierto, en
la legislación estatal hay una ley de patrimonio que muy claramente establece penalidades
contra quien atente.
Con base en
ello, y en lo que dictamine el INAH, en el caso de Chiapa de Corzo el caso no
debe quedar en simple anécdota.
Una cosa es que
quien haya ordenado la destrucción sea un analfabeta y otra que esa ignorancia
lo libre de culpa.
--Una vez el
confinero le dijo a Sabines: No me acusen a mí de lo que son ustedes.
Esta fue la respuesta
a la acusación velada del entonces gobernador que insinuaba que el nuevo diario
que dirigiría el confinero era de Pablo.
Así pasa ahora
con las acusaciones contra Carlos Morales.
Al secretario
del Medio Ambiente algún chistosito lo acusó el domingo de utilizar recursos
públicos para promover a Sotelo dentro del PRD.
La acusación también
iba en el sentido de estar traicionando al PRD.
¿No acaso los
que acusan son los que han traicionado al PRD y los que usan recursos públicos
para fines propios?
Ah, chingar,
ahora resulta que los patos le quieren disparar a las escopetas.
Eso pasa cuando
los que acusan no tienen ni argumentos ni moral ni elementos para sobrevivir
por sí solos.
A fuerzas
quieren aventar lodo o mierda para todos lados para salpicar a otros y en esa
porquería llamar la atención.
¿De plano
necesitan de pumpos para nadar o que les den respiración de boca?
No, pos, con
esas estrategias ya estuvo que valieron madres.
--Ahora resulta
que todos están a favor de los circos sin animales.
Con decir que
hay hasta unos verdaderos animales dentro de la política, unas verdaderas
bestias peludas, que se lucen echando sus declaraciones.
¿De dónde les
salió lo defensor de los animales? ¿De dónde tanto amor?
Por no ver que
son unos verdaderos oportunistas, unos auténticos cínicos.
Nomás para no
ir muy lejos, ¿de dónde le nació a Lourdes López Moreno lo defensora de circos
sin animales?
Estuvo casi
todo el sexenio con Sabines de secretaria de Medio Ambiente y jamás habló del
tema.
¿Fue por
generación espontánea que le surgió el amor por los pobres animalitos
maltratados en los circos?
¿A poco no fue
más inhumano y maltrato cual perro de la calle el que ella le dio a su galán
sólo porque a la mera hora no quiso casarse?
¿No es más
cruel mandar a la cárcel a alguien sólo porque al filo de jurar amor eterno
salió con la jalada que tenía mujer e hijos?
Eso sí cala.
Ah, pero ahora
es una orgullosa protectora de animales.
--Por cierto,
el confinero tiene los mejores recuerdos de su infancia de los circos de pueblo
que llevaban sus animalitos para el espectáculo.
Recuerda, por
ejemplo, el feroz león Kimba que una tarde se escapó de la jaula y salió
amenazante por las calles del pueblo.
Aquello era la
histeria ejidal, porque histeria colectiva aún no se conocía ese término.
No quedó nadie
en la calle, todos estaban metidos en su ropero o debajo de la cama o hasta el
fondo de la noria.
Y en aquel
pueblo fantasma, Kimba fue atrapado cuando en sus fauces tenía el pescuezo de
una vaca famélica.
El show apenas
había empezado.
--AVISO INOPORTUNO.
Se aclara al
respetable público que no es cierto que se vaya a extinguir el Conejobús y en
su lugar se creará la Línea Uno de Lancheros de Tuxtla Gutiérrez. Como dice
Chabelo: No se dejen engañar, mis cuates.