AMLO FACTOR DE EQUILIBRIO POLÍTICO; HOY EN CHIAPAS.
Víctor M. Cruz Roque
Ahora es Andrés Manuel López Obrador, el autor,
promotor y constructor de la nueva alternativa política y electoral para el
país, el que visita nuestro estado. Y lo hace para presidir diversos eventos
relacionados con la organización ciudadana que dirige, y para cuyos efectos
busca constituirse en partido político nacional, trámite que se espera
concluya—si no le ponen piedritas en el camino—en el próximo mes de mayo.
El Movimiento de Regeneración Nacional—MORENA—ya
presentó ante el hoy Instituto Nacional Electoral todos los requisitos que se
le exige de acuerdo a las leyes correspondientes, por lo que se espera que recibe
el reconocimiento que lo facultaría para participar en los procesos
electorales, cuya primera jornada sería la del 2015.
Orgánicamente, la estructura del Movimiento se
encuentra lista, pues goza de presencia en todo el territorio nacional con un
total de 600 mil 914 miembros activos, lo que en principio rebasa las
expectativas e incluso supera en número de militantes a partidos como el Movimiento
Ciudadano, el PT y Nueva Alianza e incluso al entumecido Partido Acción
Nacional, que al parecer da sus últimos estertores. Esto es, que se colocó de
facto en la cuarta posición, siendo superado teóricamente por el PRI, PRD y
PVEM.
Pero la prueba de fuego está en el desempeño que
curse en las elecciones venideras (2014-2015), que se realizarán en cinco
entidades para renovar gubernaturas y en ocho más se elegirán a miembros de
congresos locales y ayuntamientos, incluyendo en DF y su Asamblea Legislativa
así como Jefes delegacionales. De cómo
logre salir en éstas, se perfilará el futuro de la naciente fuerza política
rumbo a las presidenciales del 2018.
AMLO EN CHIAPAS.
La gira de trabajo proselitista que realizará el
dos veces ex candidato presidencial a tierras chiapanecas, incluirá reuniones
masivas en varias demarcaciones municipales y se ha planificado que sean del 24
al 27 del presente mes. Imposible disociar a López Obrador con el conjunto
político que lo cobijó en sus dos incursiones anteriores, pero es claro y
evidente que ahora se nutre de bríos renovados, aún cuando para muchos la base
social en la que se sustenta es la misma que se escindió paulatinamente del PRD
hasta lograr su propia marca, su estafeta y su plataforma de lanzamiento.
Solo la miopía alimentada por negaciones
sistemáticas, no reconoce que Andrés Manuel López Obrador posee liderazgo y
capacidad de convocatoria social. Este fenómeno se debe a la persistencia de su
discurso que encuentra polos de atracción en amplios sectores y organizaciones
de la sociedad, en carácter colectivo e individual, que se mantienen firmes a
pesar de las dificultades que han enfrentado para erigirse con una buena dosis
de convicción ideológica en el terreno de la izquierda.
Obviamente que el escenario que ahora recibe a
López Obrador ha cambiado radicalmente: ya no acudirán muchos de quienes
levantaban los puños y se arropaban en ésta fórmula, principalmente a nivel de
dirigencias comunales, municipales, regionales y estatales, pues algunos han
encontrado acomodo en la administración pública de los tres niveles de
gobierno; otros se encuentran parapetados en el cascaron perredista y otros más
acusan indecisión.
FACTOR DE NECESARIO EQUILIBRIO.
Lo que muchos “politólogos”, analistas,
observadores y representantes de corrientes de opinión no logran entender, es
que el movimiento político liderado por AMLO es factor de equilibrio, e incluso
se presenta como una válvula para posibilitar la canalización de una importante
franja de energía social que requiere conducirse por las vías
institucionales de participación
política. Esto es, no se trata de borrar de la faz del mapa a López Obrador y a
sus seguidores; como tampoco es positivo cerrarles los canales de
participación, extinguiéndoles, asfixiándolos y cerrándoles el paso con
acciones autoritarias y dictatoriales. Hacerlo, significa orillar a esa energía
para que se manifieste por otra vías mucho más radicales, con gotas impensables
de violencia ante la imposibilidad de poseer cursos normales de seguimiento y
tránsito plural, heterogéneo y de inclusión justa, que son las vertientes
naturales de la democracia.
Colocar al Movimiento de Regeneración Nacional
lopezobradorista en estos límites, es sumamente peligroso, antidemocrático y
anticonstitucional.
Por eso sea bienvenido Andrés Manuel López Obrador
y que haga lo que tenga que hacer, siempre dentro de los cauces de la
legalidad.
NUESTRAS PALABRAS
A modo de editorial.
Esta no es una historia para Ripley ni se trata de
un concurso destinado a la búsqueda de un premio en el libro Guinnes Records,
sobre quién es el funcionario público que cree gozar de mayor impunidad y por
lo mismo hace lo que le pegue su regalada gana, pasándose por la parte más
húmeda de su cuerpo eso que todos conocemos como legalidad y observación
irrestricta del Estado de derecho en Chiapas.
No, no se trata de eso.
Se refiere a la actuación del presidente Municipal
de Acala Dagoberto Santiago Román Flores, quien ha sido acusado por enésima
ocasión como autor intelectual de un hecho reprobable: ahora, de enviar a sus
incondicionales para golpear al joven Marco Antonio Vladimir Pérez Chávez, hijo
de la abogada defensora de la familia de otro adolecente fallecido a manos de
la policía municipal de ese lugar de nombre José Rolando Pérez Cruz de 17 años
de edad, hechos sucedidos el primero de marzo de este mismo año.
Esto ya es inadmisible y ha llegado a los límites,
por lo que es urgente que las autoridades, llámense Procuraduría General de
Justicia, Supremo Tribunal de Justicia del Estado; Congreso del Estado de
Chiapas, Comisión Estatal de los Derechos Humanos y las demás competentes,
hagan algo, actúen de inmediato y procedan en consecuencia, so pena de que se
les acuse de omisión y también a estas instituciones se les finquen
responsabilidad.
¿Qué están esperando para someter ante imperio de
la ley a este troglodita presidente municipal, que al igual que otros creen que tienen agarrado a Dios de los taznates,
que son intocables y que por lo tanto pueden actuar como criminales protegidos
por charolas de servidores públicos?
Es increíble que esto esté sucediendo aquí, ahora,
ante las narices de todos, principalmente de muchos políticos en funciones, que
andan instalando alberquitas, tomando se fotografías con los viejecitos,
hablando de su vocación de servicio, muy perfumaditos y oliendo a gardenias,
mientras la realidad como lo que sucede en Acala, en El Parral, en Pueblo
Nuevo, por citar tan solo algunos municipios.
Con declaraciones vanas en los medios de
comunicación y con buenos deseos no se resuelve absolutamente nada: hace falta
quitarles las aureolas a estos santoncetes, sentarlos en el banquillo de los
acusados y aplicarles la ley sin miramientos.
El caso de Acala es patético, terrible,
inaguantable para una sociedad sedienta de justicia y que no solamente que se
le de….. atole con el dedo.
APUNTES.
MCP: buena proyección.
De buena manera y con estricto sentido de respeto a
la legalidad que nos rige, han sido recibidas hasta hoy las declaraciones
públicas de la diputada Mirna Camacho Pedrero, presidenta de la Mesa Directiva
del Congreso estatal. La legisladora militante del Partido Acción Nacional, y
quien lidera una inédita composición de miembros de ese órgano interno en esa
representación popular, ha sido cauta y sensata al referirse a diversos temas y
asuntos relacionados con el desempeño actual que ostenta.
Sobre su propuesta de que es necesario realizar un
escrutinio y un análisis exhaustivo sobre
el ejercicio que realizan los ayuntamientos, es de reconocerse la vocación de
la diputada para que se preserve el espíritu y la letra de las normas que nos
rigen. Camacho Pedrero fue enfática al pronunciarse sobre la necesidad de que
se vigile el uso de los recursos públicos, para que se efectúen con la debida
transparencia y se atiendan las necesidades más apremiantes de la sociedad.
Se pronunció por que el Congreso del Estado deberá
apoyar las reformas propuestas al artículo 108 de la Constitución General de la
República, que se refieren a ejercer un control estricto de los gastos y fondos
públicos federales.
Es todo, gracias.