PEOR ES NADA
José Juan Balcázar.
Isaías Aguilar Gómez, que se durmió pensando en la
secretaría de Pesca, soñó con suplir al maestro Plácido Morales Vázquez y
despertó convertido en director del Instituto de Población y Ciudades Rurales,
muy pronto le cayó el veinte que en realidad lo habían nombrado titular de un
cascarón tan importante como la imaginaria secretaría de Asuntos Sin
Importancia de los chistes y, tal vez en venganza de tan broma de mal gusto, se
la ha agarrado contra los empleados que claman por la plaza, la beca o lo que
sea.
Las Ciudades Rurales son testimonio del fracaso del
gobierno de Juan Sabines de su política de a mentiras contra la pobreza y un monumento
al tamaño de su corrupción. Ahí están para ser auditadas y presentadas como
vestigios de la estafa, por lo que al no representar nada para el actual
gobierno, no ser parte de las estrategias importantes ni ocupar una línea
principal de desarrollo en esta administración, se designó ahí a alguien
también con quien se tenía compromiso y de alguna manera se le tenía que
emplear.
En su estancia en dicho instituto, el profe Aguilar en
lugar de aprovechar el cascarón y demostrar un poquito de talento, compromiso o
gratitud por la beca, se ha dedicado a correr a la gente, a hostigarla y a
contratar a toda su parentela, dejando en evidencia que es tan chiquito y tan
limitado que hicieron bien en mandarlo ahí y no haberle cumplido su capricho de
haberlo hecho secretario de Pesca, donde el error y arrepentimiento habría sido
mayor ante tan improvisado servidor público que no ha dado el ancho.
Como herencia de Sabines, el Instituto Ciudades Rurales
debería desaparecer cuanto antes, no tiene razón de ser y menos cuando
representa el rotundo fracaso y el fraude más grande y costoso para el erario estatal,
que sumado a la retahíla de fraudes en todos los rubros del gobierno anterior
sumaron, oficialmente, 23 mil millones de pesos de deuda que nadie sabe a dónde
fueron a parar ni se reflejó nunca en obras o acciones de desarrollo. Con ese
antecedente, Isaías Aguilar debería estar calladito y no hacer olas.
--La exigencia para que le echen el guante al
tronco de líder del Pongosh, Víctor Moguel, va en aumento, luego que sopapeó a
una mujer policía en Tapachula.
Según trascendió ya hay una averiguación
previa, pero la procu no ha dicho esta boca es mía.
Víctor Moguel se siente muy seguro porque
tiene el manto protector de Sabines.
La pregunta es ¿doña Isabel Aguilera, que
tanto habló de defender a las mujeres, estará de acuerdo con el proceder de
Víctor Moguel?
Que se recuerde, doña Isabel condenó siempre
que se atentara contra la integridad de las mujeres.
Pero tal parece que nomás lo hizo para
taparle el ojo al macho, porque es la hora que no se ha pronunciado contra el
líder del Pongosh.
Si ella puso al regidor tapachulteco como
líder de su partido, ella está obligada a exigir castigo por golpear a la mujer
policía.
Pero ha hecho mutis, misteriosamente.
Dice el dicho que el que calla otorga, pero
en este caso si calla se convierte en cómplice del líder de su partido.
Es la hora que Víctor Moguel no ha sido
llamado a cuentas ni en su partido ni ante la justicia.
Goza de tal impunidad que lleva a la sospecha
de tener protección de otro tipo.
Ni una disculpa pública ni nada que haga
pensar que hay arrepentimiento.
Al contrario, este regidor anda tan sobradito
que se burla de la ley.
--Hablando de madreadores, el ex presidente
municipal de Tila salió más golpeador que el canelo Álvarez.
En el mero día de la mujer tundió a golpes a
su esposa, quien tuvo que ser rescatada por los cuicos de la municipal de
Yajalón.
Jesús Méndez Gutiérrez, ex munícipe de Tila,
fue detenido luego de golpear a su esposa Rosario Mendoza Ramírez.
La estaba agarrando como pera loca cuando los
vecinos llamaron al FBI de Yajalón.
En cuanto vio a los azules, el muy machito
del ex alcalde se metió corriendo a su casa.
Hasta donde estaba escondido, casi orinado de
miedo, fue sacado y todavía se puso pendeco, como dice Lupe.
Según la esposa no es la primera vez que le
grita y le pega.
Contó que el infierno empezó en febrero
pasado y que eran constantes las agresiones.
No, pos, qué bueno que lo hayan detenido y lo
justo es que lo procesen le apliquen un castigo ejemplar.
No es posible que pelafustanes que tienen
poder o que han tenido poder se sienten los muy chichos.
Es muy recurrente que este tipo de cobardes
se sientan muy salsas con las mujeres, pero le sacan a agarre a putazos con alguien
de su sexo.
En fin, ojalá la justicia se haga.
--Neta que a veces no hay ni cómo defender a
los curas de las barrabasadas que dicen.
Ahora es el arzobispo de Granada, España, quien
salió muy vivo.
Sacó un libro llamado Cásate y sé sumida.
En hace una recomendación temeraria, jocosa y
jalada de los pelos:
“Mujer, practicarás felaciones a tu marido
siempre que te lo ordene.
“Pero cuando lo hagas, piensa en Jesús.
Recuerda, no eres una pervertida”.
¡Jesús de Veracruz!
Imaginen a la dama en plena acción de la fellatio
con la cosa en una mano, el rosario en la otra y el Jesús en la boca.
¿A poco no es una jalada que digan esas
cosas?
Todo sea por justificar ciertas prácticas
sexuales, pero la zurran a la hora de argumentarlas.
De entrada, eso de harás felaciones cada vez
que tu marido te lo ordene es una mentada de máuser para las mujeres.
Feministas o no, las mujeres tienen derecho a
elegir y decidir sobre su cuerpo.
Lo otro, eso de hacer la felación pensando en
Jesús, porque “no eres una pervertida”, de plano no tiene comparación.
Disparate tras disparate y todo para decir
que la felación es tan normal como uno de los misterios de los rezos.
--Ayer fue la comidilla la confirmación de la
muerte de uno de los líderes de Los Caballeros Templarios, llamado el Chayo.
En el nivel nacional la comidilla fue porque
a ese mismo narco lo había dado por muerto el gobierno de Felipe Calderón.
No lo bajaron de mentiroso, borracho y tomador
de pelo al expresidente de México.
En el nivel local la comidilla se debió a una
confusión.
El confinero estuvo presente ayer en un
debate de los compañeros periodistas conocidos como los pica piedras.
Oí, dijo uno, ¿qué mataron al chayo?
Uta, respondió otro, si matan al chayo yo me
muero.
¿Y por qué chingaos te tendrías que morir si
matan a un narco que nada tiene que ver con nosotros?, dijo el primero.
Ah, chingar, ¿de qué chayo estás hablando,
pues?
En efecto, señores terció otro presente del cenáculo,
por favor aclaren de qué chayo hablan.
--El tema de las invasiones en San Cristóbal
de Las Casas es muy serio y lamentable.
No sólo se trata de la no aplicación de la
ley, sino de atentado contra el medio ambiente.
La zona invadida se trata de una reserva
ecológica donde los invasores ya lotifican y venden los terrenos.
Eso a todas luces no es posible.
No debe permitirse de entrada que nadie se
apropie de lo que es suyo y menos que se atreva a acabar con una reserva
ecológica.
Los invasores se amparan en documentos falsos
y en la idea que doblegaron al gobierno.
En las semanas pasadas cuando unos de sus
líderes fueron detenidos ejercieron presión y chantaje y lograron que liberaran
a sus líderes.
Eso los trae engalladitos y creen que pueden
hacer lo que quieran.
Ya estuvo bueno, ya es hora que se les
aplique la ley y se les lleve a la cárcel.
Esa es una demanda de los coletos que claman
porque se desaloje la reserva ecológica y se haga justicia.
Lo que también debe verse es si no hay nadie
detrás de estos grupos de invasores.
Porque a veces al revisarse a fondo se
encuentran sorpresas.
--Los trabajadores del Instituto de Población
y Ciudades Rurales denunciaron que Isaías Aguilar anda en campaña.
Uta, ¿otro?
Señalan que presume tener la autorización de
hacer campaña para algún cargo de elección popular en Tonalá.
Para ello, argumenta, tiene autorizado hacer
uso de los recursos del Instituto para promoverse políticamente.
Bueno, aquí llama la atención que ni se
promueve políticamente y al saber qué le hace el dinero.
En una carta de denuncia, al profe afroturulo
lo ponen pinto y parejo y sólo bonito no le dicen.
Dicen que miran con recelo su estado mental y
emocional, porque tiene un estilo “locochón” y nada serio para el cargo.
Lo ponen como lazo de cochino.
Advierten que si por sí el Instituto es un
ente inoficioso, con el profe Isaías va que vuela para ser un elefante blanco,
perdón, negro.
Eso duele, neta.
Y la mera verdad es que Isaías Aguilar como
titular de Ciudades Rurales ha resultado un perfecto astrónomo.
No sabe ni madres de combate a la pobreza ni
de objetivos de desarrollo de mileño.
--AVISO INOPORTUNO.