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miércoles, 11 de julio de 2012


OPINIÓN PÚBLICA
Por: Gonzalo Egremy
VACIO DE PODER
         *Tránsito y vialidad “peinan”.
.- El vacío de poder prevaleciente, al menos en esta región, genera que la ciudadanía quede en estado de indefensión en la mayoría de sus Derechos.
         La Constitución Política garantiza una serie de servicios básicos a la sociedad, que deben ser proporcionados por los ayuntamientos municipales.
         Otras atenciones sociales más, pagadas con las contribuciones fiscales, tampoco son otorgadas por los gobiernos estatal y federal.
         Una de las causas de la desatención social por parte de autoridades de los tres niveles de gobierno, es “se viven tiempo post electorales”.
         Con ello, en casi todas las oficinas de gobierno, los pocos que llegan aún, quieren decir que toda la administración pública está paralizada porque existen autoridades que dejarán los cargos y los electos.
          O más claro, que sus jefes han dejado de acudir a las oficinas porque andan en busca de saltar a las nuevas administraciones y gobiernos electos.
         Por ello están abandonados los servicios de recolección de basura; paralizadas la obra pública; las calles de las cabeceras municipales destrozadas por el cúmulo de baches; a oscuras por la falta de alumbrado público.
         Sin agua en los hogares; y lo más grave, sin seguridad pública que las tres instancias de gobierno están obligados por la Constitución a otorgar.
         De ahí el desmesurado incremento de la violencia en las calles con fatales saldos y el aumento en la perpetración de muchos delitos a diario.
         A la par del desorden en la administración pública municipal y el estatal, el órgano procurador de justicia encargado de investigar y perseguir el delito, aquí en Tapachula (seguramente en todos lados), es omiso y negligente.
          Los presidentes municipales, síndicos (regidores solo llegan a cobrar) y funcionarios de primer nivel, se han ausentado de su obligaciones.
         Ni a las ceremonia cívica de los lunes llegan; mucho menos a atender su responsabilidad ante una ciudadanía desesperada y urgida de solución a sus múltiples problemas sociales.
         Cientos o miles de trabajadores de los municipios han empezado a protestar con paros de labores, por la falta de pago a sus emolumentos.
         La falta de dinero en las arcas municipales es una realidad; el gobierno estatal que aun encabeza Juan Sabines, les tiene retenido el presupuesto.
         Al menos eso afirman funcionarios de municipios del Soconusco, quienes señalan que nadie sabe cómo cerrarán la cuenta pública 2012.
         Hacen cálculos someros: “con 700 millones de pesos medio saldrían algunos municipios de la región, para pagar a proveedores, prestadores de servicios; laudos, salarios, compensaciones y bono de fin de este gobierno a los empleados, para liquidar recibos a la CFE y al Fisco”.
         Si la administración pública municipal de la región está de cabeza, las oficinas de los gobiernos estatal y federal están peor.
         Aun cuando la subsecretaría y las delegaciones de gobierno del estado solo han servido para levantar y enviar a Tuxtla Gutiérrez reportes “de la situación que impera”, actualmente ni siquiera atienden a los grupos sociales.
         El personal de esas oficinas, al igual que muchos funcionarios municipales, está atareado buscando brincar a la próxima administración.
         En tanto la ciudadanía es afectada con los bloqueos carreteros que realizan pequeños grupos de inconformes.
         Los funcionarios del gobierno federal, aun no se reponen del fracaso electoral que sufrieron en su partido el PAN, y prácticamente ya cerraron sus oficinas y otras nunca funcionaron como la PROFECO.
         De ahí el abierto aumento de precios y tarifas a todos los bienes, servicios y productos, como el huevo, al pollo y demás alimentos.
         Ante el vacío de poder prevaleciente, aumenta la corrupción y la ciudadanía es más vulnerable a ser víctimas hasta de los agentes de tránsito, de vialidad municipal y de los parquímetros.
         Los policías de tránsito y de vialidad es vez de velar por una mejor fluidez vehicular, están dedicados a emboscar a los automovilistas en ciertas calles y bulevares, para extorsionarlos “por no llevar el cinturón puesto”.
         Si los millones de pesos que mensualmente se embolsan las mencionadas corporaciones quedaran para rehabilitar las calles, Tapachula no tendría un solo bache.
         Pero la millonada de pesos, dicen los policías, van a parar a Tuxtla Gutiérrez, al gobierno estatal de Juan Sabines, quien hasta ahora, a casi cuatro y medio meses de que termine su sexenio, no le ha cumplido a Tapachula, y como dijera don Teofilito “¡Ni le cumplirá!”, ¿no cree usted?.
BISBISEO
         Si investigadores y científicos de la Física dicen que no existe “el vacío”, algunos sociólogos estiman que el vacío de poder tampoco, porque al dejar de actuar el gobierno, otros grupos asumen el mando, y en la actualidad, los que suplen a la autoridad son personas armadas violentas///Total, funcionarios de los tres niveles de gobierno saben que están “en el año de Carranza; porque el de Hidalgo, ya no alcanza”///Eso se oyó decir en Tránsito del estado y Vialidad municipal///Salud
         

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