martes, 27 de mayo de 2025

LAS 500 OBRAS

Por: Carlos Morán 

Quisiera escuchar a un joven de hoy decir: “El amor puede esperar, el hambre no”. Bueno, esto puede decirlo quien tiene seguro el amor o para quien la comida es primordial. Cuestión de enfoques. 

Para los jóvenes de hoy todo se resume a tener un buen celular y lo demás llega de manera fácil. Siempre creyendo que el mundo lo tienen a sus pies, viven la vida con frenesí como si fuesen los últimos segundos que les resta de existencia. 

No saben los jóvenes que vivir una vida ordenada, con prioridades y responsabilidad, les dará la libertad para tener no solo un celular, sino mucho sexo e independencia, gozando así de todos los excesos que deseen. 

Mientras que en otros países los jóvenes se siguen manifestando en contra de la crisis y la falta de oportunidades, en México, los maestros, los mismos que el gobierno le cultivó la holgazanería y las prebendas a cambio de votos, marchan exigiendo el 100% de aumento.

Los maestros no están mal, la economía de este país va en picada, aunque no lo digan. El gobierno regala mucho dinero, al estilo del PRI y los neoliberales, se fomenta la cultura de extender la mano para recibir dinero gratis y, todo tiene un fin, así lo hicieron muchos países que hoy sufren una dictadura.

Los maestros están pidiendo el 100% para conseguir el 50 y eso, será lo más grave en un momento cuando México está en crisis. 

Esto no lo siente el funcionario, pero su pariente pobre sí. Lo veamos en la aldea, para entenderlo mejor. 

Hoy han nacido más de 50 restaurantes con estrellas y calidades variantes en la aldea. Al abrir o ser la novedad ese restaurante se ilusiona, pero en cuanto pasa de moda o, los comensales deciden no pagar cuentas de 3, 5 o 9 mil pesos en una cenita, les afecta mucho, regresan a las cenas en casa o van a la oferta de pizas con vino que parece clericot.

Al subir el salario sube el seguro social, sube la renta y entonces, quien tiene un buen baúl con plata, soportará esta “recesión” que ha comenzado ya. 

Nadie habla de esto porque pareciera ser una ligera crisis, los indoctos dicen “el 10 mayo nos dejó sin nada”, la quincena siguiente servirá para pagar las deudas y el resto que es muy poco, para medio sobrevivir. 

Quien depende del gobierno no lo siente porque trabaja poco y gana bien, pero hay que tener cuidado, la falta de dinero y el hambre, empujan y despierta el delincuente que todos tenemos dormido. 

El funcionario que pide dinero por autorizar una obra, es un delincuente, está asaltando de la manera más fina pero burda a un arquitecto o albañil. 

Ese delincuente no sabe lo que es la crisis y menos la “recesión” que se ha comenzado a vivir, lo sabrá cuando la vida se lo cobre en su parcela, o en su hogar, si tiene… 

Tal vez el funcionario no lo hace directamente, pero lo ejecuta su novio con su permiso y, bajo las sábanas de un romance que parecía clandestino, se reparten las ofrendas. 

Pero hoy los jóvenes como los viejos y los pobres que son mayoría, están despertando, los viejos, los jóvenes no porque la felicidad la tienen en un celular.

El celular los enajena, los adormece y los retira de la realidad para sentarnos en un mundo hermoso que, no es de ellos y nuestro tampoco.

La maquinaria mundial tiene como objetivo tenernos cautivos, apendejados, como se dice, la maquinaria mundial quiere que compremos y comamos de la manera más fácil, por eso tanto sexo en venta. 

O sexo en calidad de permuta; sigues en el puesto mientras me lo des, dalo y consíguelo ya… por eso esta crisis de valores que, por cierto, está a la alza entre la clase privilegiada, la pudiente…

En otros países los jóvenes están exigiendo a través de las redes sociales, que son un altavoz para despertar al prójimo, una vida mejor, un mundo feliz.

500 obras, equivale a 500 lideres, es un número epopéyico en un momento grave, pero nuestro alcalde, lo conseguirá. 

Soy Carlos Morán y te deseo ¡Feliz martes!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario