•Los productores de leche y de maíz, prefieren no
formar parte del Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá
•Analizan instituciones del gobierno y empresarios,
nuevas opciones para mantener un ritmo de exportaciones e importaciones, que no
alteren el desarrollo de México
Comunicado
/ TLCAN
En vísperas de que se inicien las pláticas
entre representantes de gobierno y empresariales en el marco de la revisión del
Tratado de Libre Comercio de México, Estados Unidos y Canadá, hay una
preocupación desmedida sobre lo que pasará si el país del norte o Canadá deciden
“ir a otra cosa, mariposa”.
Para la economía de México, el TLCAN no
debe convertirse en una “camisa de fuerza”. Hay elementos suficientes de dónde ‘echar
mano’. ¡Claro!
El gobierno mexicano ha hecho grandes
esfuerzos por estrechar las relaciones de intercambio comercial a través de la
formalización de 11 Tratados de Libre Comercio, mismos que involucran a 44
naciones y a una población potencial de mil millones de países de América
Latina, de la Unión Europea y aún se está en negociaciones para formar parte
del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), que incorpora a 10 naciones de
Asia, Australia y Nueva Zelanda.
Si bien la salida de Estados Unidos del
TPP, este mecanismo sería el acuerdo comercial regional más grande en el mundo.
Abarcaría alrededor del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial
y aproximadamente la tercera parte del comercio mundial.
Este acuerdo plantea la eliminación de
barreras arancelarias en las compras gubernamentales, la fijación de estándares
para derechos laborales, la propiedad intelectual y protección al medio
ambiente.
También pretende reducir aranceles en
determinados productos, como en textiles; eliminación de subsidios a
exportaciones agrícolas, e incrementará la transparencia y cooperación sobre
determinadas actividades relacionadas con la biotecnología en la agricultura.
El Presidente Enrique Peña Nieto, desde principios
del año 2017, anunció la estrategia de diversificar las relaciones comerciales
de México con otras naciones, frente a la nueva relación comercial con Estados
Unidos.
Se habló de Argentina y Brasil, con
Colombia, Chile y Perú. Destacó que se buscará un Tratado de Libre Comercio con
Reino Unido, una vez que formalice su salida de la Unión Europea.
Lo que se considera más conveniente
respecto del TPP, ha señalado el Presidente de la República, es iniciar
conversaciones con las naciones integrantes de este organismo internacional,
para lograr acuerdos bilaterales, ya sin la presencia de EU y de Viet nam, que
han renunciado a avanzar en las negociaciones para la firma de un acuerdo
comercial.
En reiteradas ocasiones, los productores
de leche y de maíz, han manifestado que no les conviene formar parte del TLCAN,
porque no son rubros competitivos. Nada menos en maíz, la productividad en
México del grano, apenas alcanza 2.5 toneladas por hectárea, mientras que en
Estados Unidos ese rubro alcanza promedios entre 12 y 14 toneladas por
hectárea.
En leche, el bajo costo en EU por litro,
alrededor de 2 y 3 pesos, no se compara con el costo en México, que es de 6.50
pesos por litro. Es decir, los norteamericanos retiran la crema a la leche
durante el proceso de deshidratación.
Por cada litro que convierten en polvo,
obtienen alrededor de 4 pesos por efecto de la crema, misma que utilizan en la
fabricación de alimentos especiales para niños. Así, nos mandan leche en polvo
que equivale a un valor de dos pesos, lo cual compite fuertemente con la leche
natural, fluida, que se produce en México.
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